25.3.10

Cicatrices - Tatuado

Una persona que consigue un tatuaje voluntariamente coloca una cicatriz permanente en su piel. Usualmente hay un propósito tras tal acto. A veces es un deseo superficial de identificarse con un grupo. Usualmente, pero, el tatuaje sirve como un recuerdo de alguien o algo significante en sus vidas.

Cuando nuestra alma lleva una herida crea una cicatriz. Claro, no elegimos este tipo de cicatrices. Vienen a nosotros a través fealdad y dolor que no podemos explicar y los que no desearíamos para nadie. Sin embargo, hemos sido marcados.

Ahora paramos en el lugar de dar el propósito a estas cicatrices. Podemos elegir dejar que las cicatrices nos hacen recuerdo del día que fuimos heridos o podemos elegir algo diferente. Podemos elegir que algo hermoso viene del proceso de sanarnos. El cambio significativo que ocurre en nuestras vidas mientras que elegimos dejar atrás las ofensas, el dolor, la confusión y el aislamiento es un testamento glorioso. El poder que ganamos de este merece ser recordado.

¿Te has preguntado alguna vez qué es el propósito de las cicatrices? Piénsalo, Dios, en todo su poder maravilloso podría haber hecho que nuestros cuerpos se sanan sin cicatrices, pero no lo hizo. Entonces aquí están mis pensamientos de porque llevamos cicatrices en nuestros cuerpos y en nuestras almas cuando se sanan.

  1. Para hacernos recuerdo de que sanarse es un proceso. Esperar que de noche a día una herida desaparezca es evidencia que no entiendas que el proceso de sanidad es un paso a la vez. Hay libertad de sanar con despacio.
  2. Para hacernos recuerdo del poder sanador en el cuerpo. Aparte del cuerpo una extremidad no puede sanarse. Sin una conexión al cuerpo de Cristo (una iglesia que nos nutre) nuestras almas marchitan y pudren.
  3. La marca fea nos hace recuerdo de que nos somos perfectos y que necesitamos la gracia de Dios.
  4. Para hacernos recuerdo de nuestra inducción a la fraternidad de los que sufren lo cual compartimos con nuestro Redentor. Cristo sufrió grandemente para redimirnos. Podemos ser mas agradecidos cuando nos recordamos del dolor.
  5. Para que tengamos empatía para los que nos arrodean quienes tienen cicatrices también. No estamos a solos. Miremos en nuestros alrededor. Ahora podemos entender y tener compasión para los que están heridos en nuestros alrededor.
  6. Para conocer más profundamente una faceta diferente del carácter de Dios. Él es quien camina a lado nosotros en la valle de la sombra de muerte. Su amor está demostrado en una manera nueva en estos momentos que nunca hubiéramos conocido si no estuviéramos estado heridos.
  7. Para ver un otro lado de la humanidad. Mientras que al final es Dios quien nos sana Él tal vez elegirá hacerlo por medio del toque de otro humano. Mientras que aprendimos abrirnos al consuelo, cuidado, consejo y compasión de sabio individuos motivados por amor nuestra esperanza en la humanidad está restaurada y estamos sanados. La cicatriz nos recuerda que hay todavía bondad en los corazones de los humanos sometidos al Señor.
  8. Para darnos esperanza de un mejor día. Cuando nos recordamos de las cicatrices podemos esperar para una creación completamente restaurada en el día que vuelve Cristo. Hay un día que viene cuando todas las lágrimas estarán secadas.
  9. Para hacer saber a los demás que eres susceptible y transparente. Una calidad de accesibilidad está derivada del alma que ha sufrido. Mientras que la gente están atraídas a ti hay una respuesta natural que las diriges a Cristo. Este es un regalo inasequible de otros modos.
  10. La cicatriz me hace recuerdo de que estoy fuerte en la fe. La cicatriz me hace recuerdo de que Él es fuerte de sanarme.

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